Según el Indec, en mayo, los supermercados e hipermercados vendieron más que hace un año, pero menos que en abril. Se llevaron a cabo más transacciones, pero por menos valor, evidenciando esta ambigüedad.
Las ventas en los supermercados se mantuvieron estables en mayo (+0,2%) con relación al mismo mes del año pasado, pero registraron una caída real del 2,5% en la comparación mensual desestacionalizada con abril, tras alcanzar una facturación total de $388.908.856 millones. Es decir, que vendieron un poco más que en 2022, pero no lograron mantener el ritmo de ventas del cuarto mes de este año.
En relación al acumulado de los primeros 5 meses del año, el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) muestra un repunte del 1,9% en relación al mismo período de 2022.
El ticket promedio fue de $5.239, lo que representa un aumento nominal del 87%, en un período en el que la inflación anual acumulada fue del 114,2%, Por lo tanto, la mejora en los resultados interanuales no se debe a que las personas gastaron más en cada una de sus compras, sino a que fueron más veces al supermercado.
El estudio del Indec también muestra que participación tuvo cada medio de pago en las ventas de los súpers. El repunte nominal más significativo se registró en las transacciones realizadas con tarjeta de débito (crecieron 135,6%), mientras que las compras realizadas con efectivo mantuvieron una participación alta, pero tuvieron una variación interanual nominal inferior a la inflación (95,6%).
En relación al consumo, la mayor parte del gasto se concentró en los productos de almacén ($109.942.489 millones), que fueron seguidos de lejos por los artículos de limpieza ($51.798.386 millones) y las carnes ($ 45.297.158 millones). A su vez, el mejor resultado en términos porcentuales lo tuvo el rubro “verdulería y frutería”, que tuvo una mejora nominal interanual del 174% en mayo de este año. Le siguieron los rubros de bebidas (139,9%), “alimentos preparados” (139,3%), panadería (120,9%), artículos de limpieza (119%), carnes (98,3%), electrónicos (95,6%) e indumentaria (62,2%).
Por su parte, los autoservicios mayoristas tuvieron una situación similar a la de los supermercados, pero con diferencias más marcadas. En la comparación interanual, lograron un crecimiento real del 2% en mayo, pero en la variación mensual desestacionalizada sufrieron una baja del 4,9%. Con esos resultados, mantuvieron un crecimiento acumulado del 2,7% en los primeros cinco meses de 2023.
En ese caso, el ticket promedio fue mucho más alto que en los súpers ($11.442), pero la variación interanual nominal fue de 49%, es decir, que estuvo 65,2% por debajo de la inflación.
Asimismo, la mayor parte de las transacciones se cancelaron con efectivo, pero a su vez, fueron el medio de pago que menos creció en términos nominales (88,4%), frente a una evolución del 131,4% de las tarjetas de débito, 132,3% de “otros medios” y 167,1% de las tarjetas de crédito.