A través de un comunicado oficial, la cadena de origen chileno informó que en un plazo de 60 días dejarán de operar las únicas tres sucursales que tiene operando en el país: Rosario, Unicenter en Martínez y la calle Florida en CABA.
De esta manera, después de un proceso de varios meses de búsqueda infructuosa de un comprador, Falabella confirmó su salida definitiva del mercado argentino.
El proceso contempla un plan de retiro voluntario para los 500 empleados de las tiendas que cesarán sus actividades. De todos modos, la cadena comunicó que continuará vendiendo únicamente a través de su portal e-commerce.
La búsqueda de un comprador para la filial argentina se inició en el segundo semestre de 2020 y durante varios meses la carpeta de venta de Falabella fue ofrecida a los principales jugadores locales del mercado del Retail. Sin embargo, el modelo de negocios con que opera la tienda -con una importante participación de artículos importados- frustró el encuentro de un potencial comprador.
En febrero pasado, Falabella decidió cerrar sus locales en las provincias de Mendoza, Córdoba y San Juan. En simultáneo, el grupo de capitales chilenos reorientó su estrategia para abandonar el mercado local, aquejados por la falta de ventas, las trabas a las importaciones, la reconversión del sector Retail y la crisis de la pandemia.
Falabella desembarcó en Argentina en 1993 con la apertura de una primera tienda en Mendoza y desde el interior se fue expandiendo hasta llegar a Buenos Aires. Llegó a tener 10 puntos de venta con esa marca.
Actualmente, la cadena tiene operaciones en forma directa en Chile, Perú, Colombia, Brasil, Uruguay, México y Argentina. Sus negocios están basados, principalmente, en el llamado retail tradicional: tiendas departamentales (con la marca Falabella), homecenters (Sodimac) y supermercados (con la cadena Tottus que opera únicamente en Chile y Perú). La filial argentina representaba hasta el año pasado menos de 5% de la facturación global de la compañía.