La cadena de empanadas El Noble fue adquirida por un integrante de la familia propietaria de la compañía de transporte Andesmar, según quedó oficializado luego de que el director de esta última, Diego Badaloni, anunciara la noticia.
Luego de 6 meses de negociaciones, la firma El Noble, que tiene una planta de 14.000 metros cuadrados en Garín y una red de casi 100 franquicias, con entregas a 4.000 clientes, cerró un nuevo ciclo materializando una venta más en su historia.
La marca denominada El Noble se llamaba originalmente El Noble Repulgue, como sinónimo de las empanadas. Nació de una Pyme, que logró cierta popularidad y sobrevivió a sucesivas crisis macroeconómicas locales. Con esta transacción, la firma pasa a tener, al menos, su cuarto dueño en menos de 2 décadas.
Entre sus propietarios se destacó, en una primera etapa de crecimiento para El Noble Repulgue, el Grupo Cepas. Luego en 2009, la firma fue comprada por el empresario textil Gabriel Nazar por 4 millones de dólares, quien fue el responsable de nombrarla “El Noble” quitando así el componente exclusivo de empanadas a la marca, lanzando luego la línea de congelados.
Hasta el momento no se dio a conocer el monto en el que se cerró la operación, pero sí se supo que El Noble arrastra una deuda aproximada de 200 millones de pesos.
Así, Badaloni confirmó que le compró la compañía al vicepresidente de la cadena de venta de empanadas, Mariano Castagnaro, encargado de Nobles del Sur SA, más conocida como El Noble.
Los nuevos propietarios, planifican reposicionar la marca y aportarle tecnificación, a fin de ampliar el catálogo de productos y encarar un proyecto exportador.
La firma cuenta con la habilitación para exportar a la Unión Europea (UE), y ya cruzó las fronteras y se distribuye en puntos de venta en Chile, Uruguay, Paraguay, México, España y Alemania.
La fábrica de empanadas más grande de Argentina produce cerca de 100 millones de unidades de productos congelados, entre tartas, pizzas, pizzetas rellenas, panes de queso, paninis, tostables y bocaditos de pollo.
Por su parte, Andesmar es una empresa de transporte terrestre de pasajeros de origen mendocino que existe desde 1967, aunque la familia Badaloni está en el negocio de los colectivos desde 1944. Actualmente, la firma está en manos de la tercera generación de la familia.