Si bien las cosas aún son tempranas y algunas regiones continúan viendo casos de COVID-19, los mercados pueden buscar en China indicadores de tendencias de compra después de la cúspide de exposición al virus.
El brote de la epidemia del nuevo Coronavirus (COVID-19) a principios de 2020 ha influido negativamente en la industria minorista de China, especialmente en los minoristas tradicionales. Pero algunos estaban bien preparados y respondieron rápidamente al incidente, convirtiendo la crisis en una oportunidad.
China es el único país que se encuentra en una fase de recuperación del Coronavirus. Un mes después de que la crisis llegó a su punto máximo, la vida lentamente comienza a regresar a una nueva normalidad. Las restricciones de viaje comienzan a relajarse, la gente vuelve al trabajo, muchas fábricas han reabierto, el comercio electrónico y los picos de entrega de alimentos se están estabilizando y muchas tiendas están reabriendo.
Los minoristas están actualizando su surtido de productos para satisfacer las nuevas necesidades emergentes de los consumidores, y aprovechando el comercio electrónico y las redes sociales, así como las tácticas promocionales, para alentar a los consumidores a volver a sus patrones normales de compra.
Sin embargo, algunos hábitos de compra a largo plazo pueden cambiar en forma permanente. Varios minoristas se vieron afectados negativamente, pero aquellos que pudieron pivotar rápidamente salieron adelante y están cambiando el panorama del sector.
En China hay un surgimiento de un nuevo entorno minorista. Los consumidores que podrían haber sido reacios a adoptar las compras online anteriormente, y los consumidores de generaciones anteriores, ahora han probado y experimentado estos beneficios, por lo que es poco probable que vuelvan a sus viejos patrones de compra.
«El brote de COVID-19 es una gran prueba para la industria minorista de China», dijo Justin Sargent, presidente de Nielsen China. “Sin embargo, los minoristas en general han demostrado una gran flexibilidad y resistencia en un entorno muy volátil. Muchos han organizado recursos rápidamente, respondieron activamente a una situación que cambia velozmente y ajustaron su estrategia comercial. Gran cantidad de minoristas nos dicen que ven oportunidades surgidas de esta crisis y que la epidemia acelerará el desarrollo futuro del sector”.
Como vimos en la industria minorista durante el período del SARS, es probable que el consumo se recupere después del brote de COVID-19. El sector, que ha sido probado por la epidemia, continuará enfrentando cambios y oportunidades.